Hierro: Estimula la producción de hemoglobina, necesaria para transportar oxígeno en la sangre. Es crucial para atletas, ya que el ejercicio intenso aumenta la pérdida de hierro a través del sudor.
Potasio: Regula las contracciones musculares, señales nerviosas y el equilibrio de fluidos: Necesario para la síntesis de proteínas, el crecimiento, mantenimiento y reparación celular.